Porvenir: último lugar de la Visita en Chile

Chile - 18 de julio de 2009 - "Ha concluido la Visita de Don Bosco en Chile. Podemos ir en paz", así terminó el provincial salesiano, padre Leonardo Santibáñez la Misa que presidió en la pequeña localidad de Porvenir, al frente de Punta Arenas, al otro lado del Estrecho de Magallanes. Recién tomábamos conciencia de la importancia del momento...

El último saludo a la Reliquia, el último cierre del camión que transporta a Don Bosco... todo era lo último, había que fotografiarlo, había que filmar, registrar este momento importante que ocurría en un poblado habitado por no más de cinco mil personas. No hay supermercado, no hay farmacia. El padre Sergio Astorga --director, párroco y el único salesiano y sacerdote en el lado chileno de la Isla-- apenas podía contener la emoción.

En Porvenir la Congregación mantiene la parroquia y el colegio María Auxiliadora que antes era de la hermanas. Allí viven dos salesianos, uno, el padre Santiago Redondo, por estos días visita a su familia en Europa. Con sencillez, pero una elegancia que daba cuenta de la preparación los porvenireños recibieron a Don Bosco en la plaza, frente al templo parroquial. Allí el padre Sergio hizo las palabras de saludo y la Reliquia fue saludada con presentaciones folclóricas.

Luego la Urna fue llevada al Templo Parroquial --que está adornado con una hermosa pintura del sueño de los nueve años-- donde el padre Santibáñez presidió la Eucaristía, concelebrada por los sacerdotes, Pedro Pablo Cuello, Sergio Astorga y Fernando Cárcamo. Luego de la Misa, la mesa. En la comunidad salesiana se ofreció un almuerzo.

Los choferes italianos degustaron la centolla, que según ellos, puso en serios aprietos el primer lugar que hasta entonces ocupaba la empanada como la comida más novedosa y sabrosa que habían degustado en el país. Al término de la comida, uno de ellos de apellido Alghisi agradeció, a nombre de todos, la acogida en Chile. Se refirió a la unidad que vio en la gente para recibir a Don Bosco y cómo les ha llamado la atención la sencillez de los sacerdotes y los obispos, a quienes vieron servirlos la mesa y lavar los platos". Aunque se les explicó que al que vieron lavar los platos era el obispo de Río Gallegos, refrendaron el elogio que los sorprendió sobremanera.

Cerca de las dos de la tarde la Caravana --conformada por una patrulla de Carabineros, los dos camiones, y unos diez vehículos-- comenzó su trayecto hacia la frontera argentina de la Tierra del Fuego... El paso San Sebastián, muy cerca del Atlántico y ochenta kilómetros del primer poblado argentino de la zona, Río Grande, una ciudad industrial de unos 70 mil habitantes.

Fuente: www.institutodonbosco.cl


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